La guardia urbana también tiene sentimientos:
Aix!, después de un tiempo evitando el tema, al final he tenido que hacerlo, más que nada también por no oír a la Sargent.
La mañana del viernes, fue dura, dar de baja ese coche que tantas cosas te ha dado, casi tenia personalidad!, es como un hijo, o en mi caso lo más cercano, lo tienes que cuidar, lavar, llevarlo a hacer revisiones, darle algún caprichito que otro...
En fin, que me dirigí a la oficina de la Guardia Urbana de mi barrio, nada mas entrar me veo en el mostrador a una señora con cara de Yoquecoñohagoaqui, así que, decido hacer de tripas corazón y me voy acercando (suerte que estaba atendiendo), de repente se me acerca un urbano, de mirada severa y con amabilidad sospechosa.
Le digo que quiero dar de baja el coche, porque el pobre ya ha dao mucho de sí, y ya le tengo que jubilar, inmediatamente me pide los papeles, e inesperadamente, levanta la mirada, me clava sus ojos, y tras un largo silencio (mi cara debía ser un poema) me dice..Tú es que eres muy joven, pero yo llevo 17 años con el mismo coche, y me daría mucha pena darlo de baja, porque..Sabes? Se les coge mucho cariño...Dios, pobre hombre, casi a punto estuve de decirle..Mire Sr. Guardia, déjelo..Que si eso ya lo arreglo como pueda a ver si me chuta unos cuantos años.
Pero la razón me pudo más que el corazón, y salí de allí con un sentimiento entre alivio y pena.
La mañana del viernes, fue dura, dar de baja ese coche que tantas cosas te ha dado, casi tenia personalidad!, es como un hijo, o en mi caso lo más cercano, lo tienes que cuidar, lavar, llevarlo a hacer revisiones, darle algún caprichito que otro...
En fin, que me dirigí a la oficina de la Guardia Urbana de mi barrio, nada mas entrar me veo en el mostrador a una señora con cara de Yoquecoñohagoaqui, así que, decido hacer de tripas corazón y me voy acercando (suerte que estaba atendiendo), de repente se me acerca un urbano, de mirada severa y con amabilidad sospechosa.
Le digo que quiero dar de baja el coche, porque el pobre ya ha dao mucho de sí, y ya le tengo que jubilar, inmediatamente me pide los papeles, e inesperadamente, levanta la mirada, me clava sus ojos, y tras un largo silencio (mi cara debía ser un poema) me dice..Tú es que eres muy joven, pero yo llevo 17 años con el mismo coche, y me daría mucha pena darlo de baja, porque..Sabes? Se les coge mucho cariño...Dios, pobre hombre, casi a punto estuve de decirle..Mire Sr. Guardia, déjelo..Que si eso ya lo arreglo como pueda a ver si me chuta unos cuantos años.
Pero la razón me pudo más que el corazón, y salí de allí con un sentimiento entre alivio y pena.
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